sábado, 26 de enero de 2013

Lo que hace falta

El que se hubiera reventado la cuerda de la guitarra me demostró que sigo siendo un niño que todavía hace pataleta cuando le arrebatan el juguete que dejó de usar, ese que ahora no se saca de la mente hasta volver a probar de qué está hecho. Ahora me imagino comprando la cuerda primera, ponerla, afinar la guitarra y aprender a tocar aunque sea una canción con la que en una fogata me vuelva el centro de atracción.

Esa pequeña introducción me da a entender que definitivamente nacimos para no ser felices con lo que tenemos, pero si infelices por lo que nos falta.

El balance que me queda de lo que tengo y de lo que me hace falta se resume en que tengo todo para ser feliz con lo que me hace falta. Por qué lo digo? Porque
tengo almacenado en mi vida un estante de recuerdos, amigos y chucherías que veo todos los días como si hicieran parte de la ambientación del momento, como El Niño que se disfrazó de árbol para la obra de teatro y al que nadie miró.

Es de humanos querer probar lo nuevo , de lo que no se tiene referencia, y es que pensándolo bien y sin psicoanálisis es un riesgo de soltar el presente y el pasado. Lástima que no todos piensen lo mismo, por lo menos en materia de mariposas en la panza. En fin.

Este niño se comportará como siempre lo ha hecho, esperando que otra cuerda se reviente , que otro cuadro se caiga, que lo señalen por ingrato y que el gato le pida comida para que le ponga atención a la escenografía y olvide por un momento a los protagonistas de su presente que lo ven como un actor secundario.

sábado, 12 de enero de 2013

De por qué ando como ando

Me decidí a hacer una pequeña reseña acerca del momento que estoy viviendo, es mas o menos así: Una vida encaminada a responder de lunes a viernes por cosas que a medida que pasa el tiempo considero menos interesantes y que por testimonio de mis superiores con el paso del tiempo se convierte en desdicha remunerada. Una vida que lucha por recuperar la misma vida al no querer pasar más de diez horas detrás de una pantalla y una corbata. Una vida en la que los fines de semana se convierten en anhelados y por momentos desespersntes al no querer afrontar el hecho de improvisar mi juventud. Todo ello seencamina y se origina con el intorrogante que ronda enmi cabeza a causa de esa ruptura con el ser que me enseñó a ser persona, es decir, un ser pensante y que tenía en sus manos el amor y el respaldo en todo el sentido de la palabra. Es triste admitir que la desesperación causada por la impotencia sumada a la insensatez ocasione la separación de dos almas que podrían seguir unidas. Este es el momento en el que el saber de ella afecta los pocos pasos que logro dar para intentar vivir algo con alguien más, como lo pudo hacer ella. Otra vez estoy en donde comencé porque por mi mente ronda la idea de que ella es la única persona capaz de entender a este individuo tan cambiante constantemente. No es que no lo intente, es que no se me revuelve el estómago cuando veo mujeres "interesantes", si, como esa sensación de idiotez que es difícil quitar de la cara cuando aparecen esas que nos gustan. Qué espero yo: tomar una decisión pronta que me haga feliz y así agregar más viñetas de eso que finalmente aprendí de todo esto.