Lo que dejó el 2012

El 2012 no me dejó ni una chiva, ni una burra negra, ni una llegua blanca Qué me dejó: -Refexiones por montones sobre todo aquello que me pasó cuenta de cobro de forma justa e injusta -Personas que pasaron por mi vida para despedirse, quedarse, quejarse, saludar o simplemente para cambiar mi forma de enfrentar la vida. -La mejor película de superheroes que haya visto #avengers -Un trabajo que anhelaba - Paciencia -Unos compañeros a los que les tengo un gran aprecio -Un reto fotográfico que cumplí a medias -Una selección con sentimiento y un ídolo amado en todo el mundo -Una extraordinaria familia -Mayor calidad de pensamientos -Nevados, playas y dolor por ese pedazo de patria que nos quitaron -La prueba de los mejores platos del país -Conocimiento de espíritu -Dudas -Sorpresas que jamás pensé recibir En fin... tantas cosas dentro de los 366 días que hicieron parte de los deseos y temores del 2011. No me arrepiento de nada, aunque espero que el 2013 esté lleno de más sopresas, fotos e historias que contar el próximo 31 de diciembre. Y a ustedes... qué les dejó este 2012? -

Lecciones

Algo que he aprendido es que... No hay como la comida, la gente y el humor de Colombia Que no hay nada seguro en las relaciones Me voy a quedar calvo Los besos me cambian la forma de ver la vida Que a los gringos, alemanes y rusos les encanta leer blogs Nunca confiaré en un Petro Los correctores automáticos de ortografía me estresan en la vida y me quitan libertad de expresión Que no hay como los amigos del estudio Que madre no hay sino una Que la felicidad se consigue siendo uno mismo Que la música es la expresíón del alma Que los pequeños detalles de la vida son los que le dan sentido Que hay que cuidarse de posibles suegras Que escribir es lo mío, aunque no parezca Que las películas me cambian la vida como lo hizo Truman Show Que el que muestra el hambre no come Que u2 nunca vendrá a Colombia Que el mundo nunca se va a acabar Que nunca va a haber un tercer canal privado Que mi voto no cuenta Que oportunidades es lo que hay Que aquí hay mucha incoherencia Que entre más tecnología, más me separo de la gente Que las niñas que usaban blackberry no ponen atención a su alrededor Que las etiquetas nos definen Que Amparito posó para el calendario maya Que el gallo de radioacktiva me cambia el ánimo Que el fpc nunca ha estado peor, Que Falcaito es mi ídolo Que esta vaina no va a ningún Pereira Que gracias

24

Si me lo preguntaran hace 10 años , hubiera dicho que el 24 de diciembre era el día favorita del año al lado de mi cumpleaños, hoy en día me preguntan y es un día que espero pero no con tanta intensidad. No quiero decir que me volví un Grinch o un Ogro como me han dicho de un tiempo para acá. Todo esa falta de vitalidad para el Natal radica en que se ha convertida en una jornada maratónica de desempeacar regalos que se dan para no quedar mal con la fami lia y demostrar les que todavía nos importan. Ese día es el resultado de jornadas en centros comerciales que agotan hasta más no poder para dar un regalo que ya no se recibe con la misma euforia y sonrisa que antes, todo porque ya nada nos sorprende en lo material. Es por esto que quiero cambiar el panorama que veo año tras año de bolsas de basura inmensas que contienen otras seudo bolsas pequeñas que a su vez se ven como una matrioshka. Convoco a que el papel lo dejemos a un lado y que dejemos de regalar tantas y medias como todos los años y regalemos cosas que nos salga del alma como una escultura en origami o una casi ta en cartón paja que demuestre el esfuerzo por ver la felicidad del otro. Se romperán tradiciones y las industrias estarán malhumoradas, pero un cambio se verá, pero se borraran las sonrisas hipócritas por recibir cosas que no necesitamos y que nos dan por cumplir con la obligación. Ya veremos que nos trae el 31